martes, noviembre 14, 2006

Un nuevo jugador

Un nuevo jugador se ha sentado en la mesa y ha pedido cartas para jugar. Tras las elecciones autónomicas catalanas, a la palestra parlamentaria ha saltado Ciutadans-Partit de la Ciutadania, un partido debutante en estos comicios, fundado en Junio de 2005 partir de la Plataforma "Ciutadans de Catalunya". Los tres escaños que ocuparán en el Parlament de Catalunya le otorgará la oportunidad participar más activamente en la vida política y parlamentaria catalana, en la que entran más como un movimiento de protesta ante las actitudes de la clase política existente en Catalunya que como un partido presto a desarrollar un elaborado programa político.

Esto supone un cambio respecto a las legislaturas anteriores, donde los cinco partidos tradicionales (PSC, CiU, ERC, PP y IC-EUA) eran la única vía para hacerse oir en el Parlament y convivían con relativa tranquilidad, ya que todos han tenido algún papel, constitutivo o de apoyo, a algún govern de la Generalitat; El próximo mes, en el nuevo Parlament Català, habrá ya un grupo parlamentario nuevo, ajeno a todo el costumbrismo latente. Así pues, a los "cinco comensales de siempre" se les ha unido un invitado sorpresa, que además se presenta con la posibilidad de realizar una valoración crítica pura y dura de todo lo que se presente, puesto que, si bien, no es excesivamente relevante en la aritmética de las votaciones, sí cuenta con los medios para hacerse notar y escuchar. No sería de extrañar, por lo tanto, que, en los próximos tiempos, vieramos algunos detalles novedosos respecto a lo visto hasta ahora en el terreno político-parlamentario.

Ahora bien, ¿Qué papel va a jugar este "novato" en los próximos años?. Uno de los comentarios que más he oido es puede dar bastante guerra a los partidos tradicionales, sobretodo a corto plazo, pero que a largo plazo su futuro es incierto, ya que no cuenta con una base social estable. Como dice la frase "Más vale malo conocido...", hacerse un hueco en el espacio electoral resulta harto complicado y, en el hipotético caso que lo aglutinara, el voto de protesta, por naturaleza heterogeneo, no puede competir con el voto fiel a los partidos tradicionales. No será nada fácil para este sexto acompañante seguir el ritmo de los demás.

Más allá de la incertidumbre sobre su futuro, lo cierto es que el aterrizaje de Ciutadans a la escena política aportará cosas positivas y cosas no tan positivas. Por un lado, otorgará la oportunidad, de cara a la elecciones municipales, de dar entrada a personas hasta ahora ajenas a la política, especialmente jóvenes, así como reciclar a antiguos políticos que todavía puedan ofrecer algo a la sociedad. Obviamente, este acceso "masivo" a la política tiene sus inconvenientes: la inexperiencia puede pasar factura a muchos candidatos, que pueden acabar quemados antes de comenzar su verdadera andadura política. Además, los partidos veteranos no van a tener piedad ni harán la más mínima concesión. En las autonómicas sorprendieron; En las municipales, mucho más importantes para algunos partidos políticos, no se lo permitirán. Se pondrá a examen su madurez como partido, porque probablemente recibirán palos y ninguneos.

Otro aspecto positivo es que podría aportar mayor proximidad a los partidos a nivel general. Su exposición de cara al público, así como su crecimiento en militantes y simpatizantes, permitirá a mucha gente conocer el "interior" de un partido político. Asambleas, comisiones ejecutivas, Congresos... serán términos que llegarán más a la calle. Y su asequible acceso podría empujar a más gente a implicarse en política. Sin embargo, también la falta de experiencia puede ser un handicap. Si bien los partidos clásicos tienen unas estructuras que no son todo lo eficientes que se podría esperar, éstas están más consolidadas. No es lo mismo un "Secretario de Organización" curtido en mil batallas políticas que uno que ocupa el cargo porque no había alternativas. Los partidos tradicionales, pese a sus múltiples "pájaras" tienen más experiencia "cerrando filas". En cuanto Ciutadans tenga una disensión interna, se va a proclamar a los cuatro vientos, lo que puede ayudad a generar más inestabilidad. Además, sus fundadores han manifestado que son más ideólogos que políticos, por lo que serán los posibles cargos electos los que den la cara y sufran directamente las consecuencias. Ya se verá como se gestionará la tensión que determinadas situaciones difíciles comporten.

Podríamos enumerar otras ventajas e inconvenientes, pero no quiero alargarme demasiado. Como exponía anteriormente, Ciutadans es un partido que, lejos de las responsabilidades de gobierno, puede ejercer una libre oposición, denunciando todo lo que le disguste acerca de clase política existente. Como es relativamente fácil que caigan en la demagogia gratuita, los partidos tradicionales, en teoría más ideologizados, tendrán ahora la ocasión de mejorar su discurso político. La tipología de partido "Catch-all", acompañada de los esfuerzos de la clase conservadora de hacer creer que el "eje ideológico izquierda-derecha" es cosa del pasado, ha perjudicado especialmente a algunos partidos como PSC y IC-EUA, con los cuales ya no se identifica una parte del electorado que, por condición social, les debería ser próximo. Si a eso le añadimos, además, que el debate político se centra en el nacionalismo, como si eso otorgara un plus o garantizara una mejor gestión, no es de extrañar que ambos partidos no obtengan un resultado óptimo en las elecciones. Ahora, con el nuevo invitado en el Parlament y sus ideólogos en prensa denunciando todas las miserias políticas, los partidos podrían aprovechar la circunstancia para responder con un discurso dotado de mayor contenido, tanto político como ideológico y, para ello, mostrar sus mejores bazas. Es la mejor manera de contrarestar la demagogia y, de paso, dar lo mejor de si mismos, en tiempos en que la clase política quizá se encuentra bastante acomodada, ante el desencanto de gran parte de la sociedad.

Bueno, tengo la sensación de que esto suena muy teórico e incluso un poco a tópico. Así que, iremos viendo la evolución de la "nueva" política catalana para ver hasta que punto se cumple todo lo que se opina de antemano.

6 Comments:

Blogger Carlos said...

Mario,

El análisis es correcto aunque realmente el problema de Ciutadans será poder rellenar una lista en municipales con cara y ojos. Hace unos días postularon que no quería convertirse en un partido de militantes reciclados o militantes interesados.

En esta vida la experiencia es un punto y la experiencia política se consigue mamando muchas horas. Mira que nosotros lo hemos hecho, ¿pero tu crees que estaríamos preparados para sustituir a Zaragoza? (no tendrán pinchado tu blog ¿verdad?).

Cuando esta gente tenga estructurar la banda que son (sí con tres diputats, pero banda) van a encontrarse que empezarán a parecerse al quinteto existente. Cuando empiecen (si empiezan) a copar cargos y el dinero afloré se acabó la crítica y empezarán las disputas internas de poder, que tanto conocemos.

Ellos no son diferentes, son peores que lo existentes, porque en el fondo el resto de formaciones (unos más que otros) intentan hacer política y llevar a cabo sus ideas, nos gusten más o nos gusten menos, pero esta gente simplemente se quejará de todo... ¿pero alguien sabe de que proponen?

Su papel será incitar a ERC para sacarle de sus casillas, su papel será hacer demagogia para la gente que se queda con el mensaje fácil, su papel será desprestigiar más la política de lo que está. Pero su papel será también como acertadamente comentabas, reactivar el discurso ideológico que tanto echamos de menos la gente de izquierdas.

Ante la demagogia, discurso ideológico.
Ante la provocación, gestión de gobierno.

14/11/06, 11:09  
Anonymous Anónimo said...

El problema fundamental que le veo a Ciutandas, además del espacio de confrontación en el que parece encontrarse, es que se está institucionalizando a una velocidad de vértigo. Y los planes expansionistas son buena prueba de ello. Ahora niegan la mayor y dicen que no se está pensando en presentarse en otros lugares de España pero que por qué no. Cada uno puede hacer lo que quiera pero en Murcia qué argumentarán, que no se respeta el castellano porque hablan una cosa rara.

carlos tiene razón en parte sobre la necesidad de su programa o alternativa tras las críticas. Y digo en parte porque debemos partir de la premisa de que en España la política de oposición si algo no la caracteriza es la constructividad.

14/11/06, 17:16  
Blogger Reverendo Pohr said...

Cierto es, Ottinger, que en Catalunya llaman la atención, pero en otras provincias, ¿qué discurson tendrán?. ¿Van a protestar contra los capos del urbanismo en Levante? ¿defenderán el mismo discurso sobre la integración en Andalucía y en Baleares? ¿Le criticarán a Gallardón su política faraónica de obras o centrarán sus esfuerzos en la administración central? ¿los "intelectuales" machacarán a Aguirre como hacen con Carod?

Con el tiempo veremos si éste es un partido con afán renovador dentro de la política de partidos, si son un grupo que simplemente desean comer del pastel o si resulta que es un submarino corsario de algún otro partido con ánimo de causar debilidad dentro del espectro político catalán u otros escenarios.

15/11/06, 13:10  
Blogger TAM said...

marioooo

que es eso de que vivo en esplugues????? es un despiste sin malas intenciones o es que quereis echar a Can Buixeres de Hospitalet??

15/11/06, 14:20  
Blogger TAM said...

Je je,

mejor lo de hospitalet oeste...porque, si hay una agrupación norte y una sur, y también una este, porque no puede haber una agrupación oeste?
Arriba can buixeres libre!!

15/11/06, 20:11  
Anonymous Anónimo said...

Un post que merece reflexión, sin duda. Una revolución popular puede ser muy beneficiosa en la política, pero después de la revolución viene la evolución, y hay que tener una base y programa estables, no quedarse simplemente con lo superficial. El tiempo dirá si Ciutadans merece escaños.

Jaasán
laespanaactual.blogspot.com

20/12/06, 16:28  

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