martes, noviembre 23, 2010

Coubertin y el requiem electoral

En cuestión de días conoceremos el desenlace de las Elecciones Autonómicas en Catalunya que, después de muchos meses presente en los medios de comunicación, hará buenos o no los prognósticos de un cambio de color político en el gobierno de la Generalitat. Nadie espera milagros. Nadie espera grandes cambios. De hecho, creo que solo una parte minoritaria de la población sabe qué espera del resultado del próximo domingo (más claro lo tiene una mayoría sobre el partido del lunes). Se van a vivir unos comicios en un ambiente cargado de desencanto, aderezado de dosis de escepticismo y con una enorme carencia de ilusión. Pocas veces un partido político podrá conseguir tanto (a nivel de porcentajes) con tan poco (votos absolutos). Y, lo que me parece más desalentador: la participación promete ser menor que la de hace cuatro años (ya de por sí, baja (56,04%)), por lo que el parlamento que se constituya y el gobierno resultante contarán con menor legitimidad explícita (y mayor legitimidad pasiva).

Todas las encuestas vaticinan un contundente "voto de castigo" para PSC y ERC, segundo y tercer partido más votados en 2006, que perderían una parte importante de representantes en el Parlament, y una ámplia cómoda victoria del CiU, que cuenta con muchos números de poder investir a su candidato como próximo President de la Generalitat. Ahora bien, los resultados del domingo pueden ser un auténtico cúmulo de despropósitos: el PSC puede sacar los peores resultados de su historia pero, lo más irónico de todo, es que CiU también. No deja de ser sorprendente que, para los que hacen los números, se encuentren que el favorito para estas elecciones, que ha superado el millón de votos en 6 de las 8 elecciones al Parlament anteriores, pueda acercarse según los sondeos a la mayoría absoluta con menos de 800.000 votos (el record negativo de un partido vencedor, en 1980, está en 752.000 votos). El mensaje viene a decir que "vamos a castigar al principal partido en el gobierno, pero sin gustarme la alternativa". Y, pese a parecer algo incongruente, la reacción abstencionista lo que puede provocar es que obtenga más poder e influencia un partido con menos apoyo popular de lo normal.

Creo que uno de los principales "handicaps" de nuestra democracia es la falta de pedagogía y la considerable incultura política. Y cuando digo "incultura" no me refiero simplemente a desconocer el funcionamiento, aunque sea solo en parte, de las estructuras políticas o del propio sistema político. Existen formas de participación política que van más allá de ir a votar, muchas de ellas infrautilizadas e ignoradas por un porcentaje considerable de la población (incluso la que no puede votar). De esta manera es difícil que exista un alto grado de conocimiento de lo qué es la política (en particular) y que se produzca verdadera implicación ciudadana en la la elaboración y ejecución de las políticas públicas. Se puede culpar de ello a las instituciones públicas, por supuesto, pero creo que también parte de la culpa recae en muchos miembros de esa sociedad que vive en la comodidad de ser representada y, con ello, se permite el lujo de desentenderse completamente de los asuntos públicos y/o colectivos (excepto cuando aparece un problema particular).

Respecto al sistema electoral, todavía hoy hay mucha gente que no distingue entre abstención y votar en blanco. Y la diferencia es significativa. Los votos en blanco son "votos válidos" y computan en los porcentajes totales; No votar cuenta como abstención, un dato relativamente deslegitimador pero que no tiene repercusión en la distribución de escaños parlamentarios (éstos se reparten igualmente y los parlamentarios no tienen menos funciones ni cobran menos porque la participación sea baja ni viceversa). Lo mismo ocurre con los votos nulos: no cuentan. Por lo tanto, en época de desencanto, ¿votar en blanco sirve para algo?. Mucho más que no votar, seguro.

La aritmética del Sistema D'Hondt (sistema de repartición de escaños según los votos válidos que tiene cada partido) otorga indirectamente un modesto papel al voto en blanco (al igual que los votos a los partidos pequeños que nunca logran representación). Puede perjudicar al partido mayoritario y a los partidos minoritarios. Por un lado, un voto en blanco masivo complica al partido mayoritario la proporción uniforme de votos en toda la circunscripción (territorio), por lo que dificulta (que no impide) que este partido pueda conseguir una mayoría absoluta. A menor participación, la mayoría absoluta es más accesible; a mayor participación, aunque sea con un montón de votos en blanco, más "cara" es conseguirla. Esto hace que la distribución de los últimos escaños (escrutado más del 98%) resulte más emocionante.

Con los partidos pequeños pasa algo parecido. El porcentaje mínimo sobre el total de votos válidos para obtener representación en el parlamento es del 3%. Con participación baja, ese 3% se consigue con un número de votos menor. Si, por ejemplo, los seguidores de una estrella del rock forman un partido político y van a votar cuando la sociedad desencantada no lo hace, cuanta menos participación, más probable es que puedan alcanzar ese 3% simplemente votando su club de fans. De hecho, algo así permitió al CORI y a su candidato, Ariel Santamaría (que suele ir vestido como Elvis Presley) obtener representación en el ayuntamiento de Reus. Y, si la participación es tan baja como se espera, esta lógica aritmética es la que puede permitir que partidos como Solidaritat, Reagrupament o Plataforma per Catalunya (que conste que los cito conjuntamente por su voto potencial cercano ese 3%, no porque considere que "son lo mismo") tengan representación parlamentaria con un número de votos totales que, en otras elecciones, serían, con diferencia, insuficientes para conseguir un escaño. Deduzco que, según la participación electoral que haya, también habrá emoción en el recuento de votos para estas candidaturas para determinar si entran o no entran sus representantes en el Parlament y a costa de qué partido lo harán.

¿Cambiará algo todo esto?. Es comprensible que exista cierto escepticismo al respecto. Como decía antes, los indicios no son excesivamente alentadores. No obstante, considero que la democracia no es algo que nos hayan regalado por lo guapos que somos. Después de todo, mucha gente se jugó el tipo en favor de ella. Creo que nos hemos acomodado tanto a ella que no valoramos lo suficiente lo que nos aporta. Y, por ello, soy partidario de participar aunque sea un poquito, ya que está claro que para muchos votantes lo importante en esto no será ganar (como diría Coubertin. Tal vez lo dejarán para el Barça-Madrid). ¿Todos los políticos son iguales? Bueno, ¿dónde ese campeón que, en lugar de esperar pacientemente en su casa la llegada de un nuevo "mesias", está dispuesto a demostrar que los puede haber mejores?

miércoles, noviembre 03, 2010

Tea Monsters

Siguiendo con personajes "brillantes". Ayer se celebraron las elecciones legislativas en Estados Unidos dónde, a la baja participación y un considerable voto de castigo, ha destacado la presencia de ciertos candidatos de una facción (por llamarlo de una manera) del ya de por si conservador Partido Republicano: Tea Party (el partido del Té).

Para los que no lo conozcan, el "Tea Party" le debe su nombre al movimiento anticolonial surgido en Boston en 1773, que venía a recoger el descontento latente en las colonias norteamericanas del Reino Unido en relación a ciertos impuestos que debían pagar (entre ellos el del té) y que se rebeló contra la mimada y monopolística Compañía Británica de las Indias Orientales. En Boston, miembros de este movimiento sabotearon el cargamento de té de unos de los barcos de dicha compañía, lanzándolo todo por la borda y haciendo perder unas 10.000 de las libras esterlinas de entonces. Esta acción propició una reacción por parte de las autoridades británicas, que cerraron el puerto y declararon el estado de excepción bajo la supervisión del ejército británico. La tensión posterior solo necesitó un chispazo para hacer saltar todo y un encontronazo entre manifestantes y soldados se saldaría con 5 muertos. Se gestaba la futura Guerra de la Independencia de los Estados Unidos.

El "Tea Party" actual poco tiene que ver con aquel movimiento, más centrado en reivindicar un trato más igualitario y autónomo a nivel político respecto a Gran Bretaña y comercial respecto a la Compañía de las Indias Orientales. El nuevo Tea Party cuenta con un grupo bastante variopinto de miembros con algunos elementos en común: conservadurismo moral fuerte,exigente limitación del poder del gobieno federal, libertad de mercado absoluta (aunque la crisis económica que estamos sufriendo a nivel mundial sea consecuencia de la perversión de dicha libertad) y, por supuesto, la creencia de que el presidente Obama es un demonio comunista. Bueno, lo olvidaba: nada de pagar impuestos para que los pobres "chupen" del Estado. Que cada uno se espabile y, quién se muera de hambre, mala suerte (este comentario ha sonado "muy europeo"). Alguno puede pensar que muchos candidatos políticos republicanos (y algunos demócratas) también cuentan con este perfil. No obstante, la ventaja que tienen los "tea party members" es que no deben preocuparse de ser políticamente correctos. Y digan lo que digan en público, habrá alguién que les ayude a difundir su mensaje (como el magnate de la comunicación, Ruppert Murdoch, con la ayuda de su cadena "Fox") y habrá quién le siga porque dicen lo que quieren escuchar mucha gente (aunque sean auténticas burradas).

En un año en el cuál se han acumulados muchas frustraciones individuales respecto a la situación económica actual y en el qué el desencanto con los políticos se ha hecho más que evidente, los "tea party", liderados espiritualmente por la ex-candidata a la vicepresidencia norteamericana, la ex-gobernadora de Alaska Sarah Palin (a woman with "cojones"), han ganado muchísima popularidad y han presentados sus candidaturas al Congreso y al Senado de Estados Unidos con muchas opciones de salir elegidos pese a su falta de experiencia política (o de gestión política) y a sus declaraciones en ocasiones algo sectarias. Ya se impusieron en muchas primarias republicanas, lo cuál les ha permitido acudir a las cámaras parlamentarias con el apoyo del Partido Republicano, y están dispuestos a presentar batalla para conseguir su escaño. Y hoy hemos podido comprobar adónde han llegado. En los últimos meses, habían llamado la atención los siguientes candidatos:

Carl Paladino se presentaba a gobernador de Nueva York. Es un empresario inmobiliario algo macarrilla que culpa a Obama de todos sus males y que no duda en prometer "llevar un bate de béisbol para arreglar las cosas a mi modo". Todo un defensor de la moralidad pública (aunque reconoció enviar e-mails con contenido pornográfico a los amiguetes) y de la familia (a pesar de tener una hija ilegítima con una ex-empleada). Hizo esposar a un periodista por "pesado", no sin antes amenazarle con un "nos vemos en la calle". Ha perdido por 30 puntos ante el demócrata Andrew Cuomo. Una derrota que permitirá respirar algo más tranquilos los profesores y funcionarios neoyorkinos (a los que pretendía congelar el salario), los usuarios de prestación sanitaria asistencial (Medicaid, que pretendía reducir en un 30%), los representantes sindicales (a los que comparó con los cerdos porque solo ponen trabas), los que reciben cualquier prestación social (a los que exigía solicitarla con un año de antelación, dejar sus huellas dactilares y superar un test de drogas) y, especialmente, los indios iroqueses (a los que exigía el pago de impuestos que ayuden a compensar la eliminación del impuesto de plusváluas y a los niveles de renta más altos).

37.000 votos y 18 puntos porcentuales han separado al "Tea Party" Rich Iott de su rival demócrata, el vigente congresista Marcy Kaptur. Es posible que esa afición que tenía de vestirse de nazi (y participar en escenificaciones de la II Guerra Mundial desde la óptica alemana) no hiciera gracia al electorado de Ohio. Eso sí, ha sumado 80.000 votos.

Más mediática es la comentarista de la Fox Christine O'Donnell. Candidata al senado por Delaware, ha dejado constancia de su conservadurismo fiscal en sus propuestas. Pero, eso sí, no ha sido nada comparado con su visión en el terreno moral y religioso. Evangelista y defensora a ultranza de la castidad y la abstinencia (propone sancionar cualquier acto con connotación sexual en la calle), sus consideraciones sobre la masturbación como "una forma de adulterio" pueden resultar inquietantes. Pero si algo ha resultado preocupante no es tanto su empeño en imponer la enseñanza del catolicismo en todas las escuelas como no saber que la Constitución americana lo prohibe y mostrar esa ignorancia en un debate público con su rival para el senado. Al final, el clon de Sarah Palin (ha llegado a copiar su estilo de vestuario) ha sido derrotada por 50.000 votos.


Aunque para "friki", igual la lista del Tea Party la lidera la aspirante a senadora por Nevada, la ex-profesora Sharron Angle. Partidaria de hacer desaparecer el ministerio de educación federal , abandonar (EEUU) la ONU, declarar el cambio climático como un fraude científico, privatizar toda la sanidad, eliminar toda regulación en la extracción de petroleo y gas y dar absoluta, libertad a cualquier milicia para armarse hasta los dientes, también ha considerado obligar por ley que el matrimonio solo sea posible entre un hombre y una mujer y prohibir el aborto en cualquier caso (incluso incesto y violación) porque, en ambos casos, "van contra el Plan de Dios". Lo mejor de sus actuaciones han sido, tal vez, su protesta porque un equipo de fútbol de Nevada utilizaba colores satánicos en sus uniformes (iban de negro) o dirigirse a un grupo de estudiantes habla hispana, decirles que muchos de ellos parecían asiáticos y, después, recordarles que ella ha sido la primera legisladora asiática de Nevada (sic). Quizá haya sido una muestra de cordura que, pese a todos sus problemas, el senador demócrata Harry Reid haya mantenido su escaño como senador y haya derrotado a Angle en las urnas por un 5% de votos.

No osbtante, no todo han sido malas noticias para los conservadores del "tea party". Algunos han salido elegidos en sus respectivos comicios. Los más destacados son el nuevo senador por Florida, Marco Rubio ("hay que limitar el poder federal porque Washington cambia a los políticos"), o el nuevo senador libertario de Kentacky, Rand Paul (que se opone a que el Estado Federal regule en materia de derechos civiles). No obstante, aunque puedan parecer un poco radicales, no dejan de ser nuevas opciones políticas que han atraído a un desconsolado electorado. Es evidente que no van a dejar de defender sus intereses conservadores. Y, de paso, abrir un escenario político futuro para el Partido Republicano: en unos años, aparecerán (o reaparecerán) nuevos candidatos menos conocidos que se podrán "vender" a la opinión pública como "candidatos conservadores moderados" con un mayor alcance ante el electorado general. Candidatos que cumplirán las premisas republicanas sobre libertad y valores, pero que podrán mostrarse como "opción menos mala" (tan presente a la hora de ganar elecciones) ante unos candidatos demócratas confusos y otra alternativa conservadora más radical. Básicamente, aprovecharán el desplazamiento del (teórico) "Centro Político" hacia la Derecha Ideológica y serán igual de útiles para intentar "cargarse" el cambio de Obama. Una formidable estrategia.

viernes, octubre 08, 2010

No sin mi razzie


Si Sarko aspira a conseguir su premio, otros líderes del mundo ya lo consiguieron con anterioridad. En 2005, George W.Bush fue premiado con 2 premios Razzies (los llamados "anti-oscars") por sus "interpretaciones" (son varias) en la película Farenheitt 9/11 (M.Moore, 2004) . No todos los dirigentes tienen la fortuna de aparecer en largometrajes como si estrellas de cine se tratara, si bien sus actuaciones cuotidianas, muchas fuera de la pequeña pantalla, pueden no tener desperdicio. Más allá del cine tendencioso de Moore, del sesgo ligeramente elitista de los Premios Razzies o del uso (mal)intencionado de una figura pública en su peor versión, hay que reconocer que el personaje que acapara más minutos en dicha película, el ex-presidente norteamericano, era mucho más teatral que uno de sus antecesores, el otrora actor Ronald Reagan, y mucho más natural que el actual gobernador de California, el también ex-actor Arnold Schwarzenegger. Sin duda era merecía el premio. Lástima que su personaje fuera real y que realmente no hubiera estado actuando. Hay personas en el mundo que soñarían con que dicho personaje y las decisiones que tomó (o dicen que tomó) nunca hubieran abandonado la celuloide. O tal vez, que podrían haberlo soñado.

No obstante, no hay que caer en el dramatismo. Ni corto ni perezoso, el magazine foreignpolicy ha elaborado su particular terna para "peor ex-presidente democrático del mundo". No es especialmente noble una competición desmeritocrática, con el añadido que un mal ex-presidente no tiene porqué ser peor que un mal presidente en activo (quizá porque éste último cobra directamente del erario público), pero han citado entre los 5 favoritos a uno que gobernó en España. De todas maneras, con todos los países existentes en el mundo y todo lo que está cayendo en contra de los actuales gobernantes, cuesta creer que haya alguien que les pueda eclipsar. Pero hay están, trabajándoselo. Aunque, supuestamente, solo se representen a si mismos como particulares, tiene su mérito destacar por sus actuaciones estelares en contra de la Democracia que una vez los eligió.


Es curioso el artículo. El primero que cita es al ex-canciller alemán, Gerard Schröder, por sus muestras de comprensión hacia Rusia cada vez el gobierno ruso cometía alguna violación de los derechos humanos en su territorio, su labor mediadora en favor de empresas rusas (Gazprom) o su labor posterior para que Alemania sea más dependiente de Rusia a nivel energético. ¡Vaya! Y pensar que lo que dijeron en su día del ex-canciller Willy Brandt por la Ostpolitik. No deja de ser raro que el principal valedor extranjero de Rusia sea un ex-canciller alemán. ¿Es necesariamente malo eso? Bueno, depende según se mire. Pero, imagino, alguno pensará que el Oso de oro‎ de Berlín es un hermoso colofón para una larga trayectoria política.

Otros a los que cita son: el ex-presidente de Nigeria, Olesegun Obasanjo, que es todo un enviado de la ONU en África, pese a que comparó en público la homosexualidad con la zoofilia (en un mensaje envíado al ex-secretario general de la ONU, Kofi Annan). Al parecer, su imagen ha salido un poco perjudicada por acostarse con su nuera, por recibir sobornos de la empresa norteamericana Halliburton o por emplear a su hija senadora para aprovar una reducción presupuestaria considerable en sanidad para poder pagarse su pensión vitalicia; el ex-presidente (y ex-actor) filipino Joseph Estrada tampoco goza de prestigio internacional, sobretodo después de ser condenado a cadena perpetua por su gestión de gobierno (duró medio mandato), que incluía "gabinetes nocturnos" (¿para qué quieres una inmensa sala de reuniones cuando puedes contar con un inmenso salón en un bar musical?). El tener, y reconocer, una cantidad ingente de hijos ilegítimos o romper la promesa por la que recibió el indulto presidencial (abandonar la política de por vida), hacen de este individuo un ex-presidente algo singular; y el ex-presidente thailandés Thaksin Shinawatra es otro adalid de la corrupción y el fraude, hasta el punto que llegó a vivir un año con nombre falso en Alemania y usar pasaportes falsos para viajar por el mundo. De hecho, incluso Thailandia declaró que no tendría relaciones diplomáticas con Camboya mientras permaneciera en el cargo de Asesor Económico de ese gobierno. Lo peor es que tiene su grupo de seguidores en Thailandia, los "camisas rojas", a los que arenga desde el exilio para que organicen manifestaciones en contra del gobierno, sea el que sea, y pidan su regreso.

En el mundo hay dirigentes que son de lo peor y podríamos pensar que estos cuatro tampoco son para tanto. Pero, bueno, si a esta "banda" se añade al ex-presidente Aznar... Y es que Foreign Policy también repasa el papel de Ansar en la esfera internacional. Al servicio de la corporación mediática del multimillonario Rupert Murdoch, sus declaraciones son consideradas algo extremistas incluso fuera de España. Tachar a los ecologistas de "secta" o "abanderados de la bandera del apocalipsis que buscan restringir las libertades individuales como los comunistas" (hay que recordar que él, como presidente de España, firmó el Protocolo de Kyoto), o pedir a los musulmanes que pidan perdón por invadir la Península Ibérica son ejemplos de alguien que, lejos de aprovechar su figura para mejorar el mundo, busca su mero lucro personal (empleó dinero público para costearse la Medalla del Congreso estadounidense) y se permite el lujo de criticar constantemente al gobierno de su propio país o, incluso, el del país de acogida (ese que gobierna Obama "el Exótico"). La crítica a la normativa de tráfico que regulaba velocidad y controles de alcoholemia a los conductores bajo el pretexto: "no me gusta que me digan a qué velocidad debo conducir" o "nadie me debe decir cuánto debo beber, la libertad consiste en eso. ¿Quién es nadie para decirme cómo debo conducir?. Dejadme beber vino en paz, que no le hago daño a nadie" causó bastante revuelo.

Mal ex-presidente no sé si será (no sé qué es eso) ni si aspira a un Goya o a un Óscar, pero creo que muy cuerdo no anda este hombre. Y un ex-compañero de la universidad, que trabajó hace varios años de freelance en Washington me lo vino a confirmar cuando me comentó en una ocasión que, en ciertos círculos políticos, de lo que poco se ha publicado en España, se comentaba que el papel de conferenciante de Aznar se había reducido por la fuertes depresiones que sufría y el riguroso tratamiento al que se sometía. De ese comentario, hace 4 ó 5 años. Así que, igual, no está actuando...

miércoles, septiembre 22, 2010

No sin mi Cesar

Parece que la luxemburguesa Viviane Reding no sabe con quién se juega los cuartos. Nuestra vicepresidenta primera tuvo la ocurrencia de levantar la voz para criticar al político estrella europeo del momento. Mon dieu!!! Por supuesto, el vigésimo séptimo presidente de la República Francesa y Coprincipe de Andorra no ha podido reprimirse y dejar claro que nadie le tosa. Es más, como a Cristiano Ronaldo, a las estrellas hay que cuidarlas y el que vaya para criticar o silbar, mejor que cierre la boca. Para algo están ahí: para deslumbrar. Cierto, en época de crisis económica, cuando las medidas políticas no solo no acaban de funcionar, hasta los cargos representativos más modernos y guays descubren que tienen arrugas y son susceptibles de ser considerados "feos" en la calle. Así que, a falta de políticas más ingeniosas y eficaces, ¿por qué no hacer como hace Berlusconi en Italia? ¿Por qué no decidir cuándo y dónde deben aparecer los haces de luz? Para algo uno es prota, ¿no?.

Que la inmigración se considera un problema, ya lo dicen las encuestas de opinión: acostumbra a estar en el podio de las máximas preocupaciones ciudadanas. Con la caña a punto están ahí los "limpiadores" de turno, entre los que se incluyen los llamados "Ultraderechistas Clásicos" (digo clásicos porque suelen ser o se vuelven especialmente clasistas (estamos juntos pero yo aquí, tú allí) aunque se llenen la boca a la hora de hablar de país y de colectivo común y luego en su vida particular sean algo antisociales e incapaces de relacionarse con sus propios vecinos) y los considerados "Rebotados de Turno" (aquellos que descubren que, en un momento determinado, existe una cosa llamada "política" que es facilísima y rapídisima de utilizar). Salta la liebre de la demagogia, según la cuál todos los problemas tienen una solución simple rauda e instantánea que consiste en identificar a los culpables (generalmente no han de buscarlos, ya los conoce todo el mundo) y deshacerse de ellos. Como esta idea es una de aquellas que, pese a los siglos, tanto nos gusta escuchar, eomenzamos a popularizar a quién la manifiesta en voz alta. Y, claro está, acaba por reaccionar la Popularidad Oficial, que no puede permitir que cuatro imitadores de políticos del tres al cuarto le quiten el más mínimo de protagonismo, especialmente cuando se aproxime el periodo electoral. Después de todo, la solución a todos los problemas de Francia no podían ser más obvios: la culpa de todo la tienen los gitanos. Así que, solución fácil: al que pillen, vuelo directo a Rumanía (o a dónde sea que procedan).

No deja de ser un espectáculo mediático ver llegar a los primeros deportados desde Francia al aeropuerto de Bucarest. Allí estaban las cámaras para retransmitir. Ni siquiera el retorno de Gica Hagi, uno de los mejores futbolistas rumanos de la historia, despertó tanta expectación!!!. Lo más gracioso es creer que esos mismos deportados van a volver a instalarse y quedarse allí, bajo el amparo de la reluciente seguridad social rumana y su biendotada sanidad pública. Tal vez el erario público francés sufrague estos viajes de retorno a la tierra de origen, pero, de ahí a que el gobierno rumano se haga cargo de la manutención de estos retornados tan poco queridos en su día... bueno, quizá lo haga, si bien tengo dudas que lo haga de forma gratuíta. Sobretodo si tenemos en cuenta que el Banco Central Europeo tiene un presidente francés. No obstante, no he leído ni oído mucho sobre algún proyecto europeo de desarrollo socioeconómico, apoyado por Francia, en Rumanía para que sus desarrapados no tengan la necesidad de emigrar.

¿Volverán a Francia los ilegales expulsados?. Parece probable. Sino, irán a otro lugar. Allí dónde gobiernan aquellos que callan. Pan para hoy, hambre para mañana.


Por lo tanto, demasiado nos están contando de la "bronca" entre Sarkozy y Reding. En este sentido, me recuerda a una conversación sobre una película controvertida. Película, después de todo. En el fondo, yo creo que le Presidentstar pide a gritos obtener un César. En su sueño, desde que escuchó por primera vez al locuaz Giscard d'Estaing, antes de ser el "delfín" de otro gran artista como era Chirac. Después de todo, el espectáculo es lo primero en estos tiempos.

miércoles, septiembre 15, 2010

Una extraña obsesión en Liverpool (II)

Al final del verano, los padres de Stephanie decidieron llevarla a un centro especializado en Saint Helens. Les costó mucho convencerla, ya que ella consideraba que su situación personal se había agravado y se había hecho insoportable por la simple falta de comprensión de la gente de su entorno. Estaba harta, harta de todo. Así que, al final, no pudo más que dejarse llevar. Al atravesar la puerta de acceso, todos sospecharon que se encontraban en un camino sin retorno. Y, de hecho, así iba a ser. Los Colly no lo vieron venir cuando apareció un individuo de extraño acento en la sala de espera que acompañaba a la recepción y les pidió que le dejara a solas con la muchacha para hablar con ella. Tampoco lo vieron venir cuando dejaron a su hija, blanca como si estuviera ante un fantasma, sola con el desconocido, que vestía correctamente el uniforme del centro y en el que se veía claramente su nombre en la chapa identificadora: Joseph Vengle. Y tampoco dejaron de creer que la mirada fija de Stephanie en aquel hombre, al que observaba como si le hubiera aparecido la Divina Providencia, era algo "normal", teniendo en cuenta que representaba la figura de quién podía ayudarla definitivamente con su problema. Aunque esto no estaba tan alejado de la realidad. La joven de Liverpool miró a sus progenitores por última vez antes de desaparecer tras una puerta en dónde había colgado un cartelillo que ponía "Consultas Externas".

Stephanie Colly nunca llegó a ingresar en el centro de Saint Hellens. Algunos empleados afirman que la vieron subir voluntariamente a un moto de gran cilindrada en la lejanía junto con un hombre de unos veintipico años con rasgos centroeuropeos al que había visto pasear por allí aquel día. La moto arrancó con los dos pasajeros y partió hacia la carretera del sur a gran velocidad. Nadie conocía a ningún empleado, colaborador o médico con el nombre de Joseph Vengle.

¿Qué pasó finalmente? Pues a decir verdad no lo sé a ciencia cierta. Alguno debe estar pensando ¡Qué cabrón! ¡Tanto rollo para dejarlo así!. Ciertamente lo comprendo. De forma semejante me quedé tras conocer que, tras seguirla religiosamente episodio tras episodio, la cadena estadounidense ABC decidía "cancelar" la serie de televisión "Flashforward" (y otras más) por "la baja demanda de espectadores". Lo que viene a decir "como no cobramos lo suficiente por anuncios, os dejamos un producto inacabado para los (lerdos) que estábais "consumiendolo"". Como cuando te vendían en DVD la serie "El Reino" (Riget, de Lars Von Trier) por 20 eurazos, pasando por alto anunciar que... era una historia de la que no se llegó a rodar el final y que acaba en su segunda temporada de sopetón, con todas las líneas argumentales abiertas. Como un libro que se queda cortado por la mitad sin continuación. Y os podría poner otros ejemplos. A mucha gente no le convenció el producto pero para quién se interesara... ¿a que es una putada? Claro, luego siempre puede argumentarse que "lo importante no es la conclusión, sino el visionado constante"...

Eso sí, es de agradecer que la disminución de audiencia no haya tenido el mismo final fatalista que en la película "Network" (Lumet, 1976). Quién no la haya visto, que le eche un vistazo. Para haber sido estrenada hace 34 años, trata temas muy,muy actuales.

En fin, si os sirve de consuelo, no puedo decir si la realidad amorosa entre nuestro personaje húngaro y su nueva compañera inglesa fue conforme a los sueños de la joven del Liverpool. Sin embargo, sí puedo avanzaros que, decadas más tarde, el hijo mayor común de ambos llegó a ser director del MI-6 en un momento histórico realmente complejo y conflictivo por una grave crisis energética mundial. Y hasta aquí podeis leer...

martes, septiembre 14, 2010

Una extraña obsesión en Liverpool (I)

Stephanie Colly era una jovencita de 19 años de Liverpool a la que le gustaba mucho exhibirse. Así opinaba bastante gente, ya que disfrutaba muchísimo en hacerse montones y montones de fotos que después colgaba en internet. En una época de su vida en la cuál no acababa de verse en una profesión en concreto, ella prefería considerarse una "artista de la imagen". Tenía algo presente que aquellas sesiones de posados con modelos más o menos sugerentes ante la cámara, acompañadas con la posterior dedicación a publicarlas en su página web, eran más bien un hobbie que no le serviría para ganarse la vida, pero no por elllo iba a perder el sueño. Aunque un poco anchita de caderas, ella se veía a si misma como una joven hermosa, consciente de que sus facciones en comunión con sus cristalinos ojos azules y en contraste con su pelo castaño claro hacían de ella una mujer de considerable atractivo. A su noviete, Steven, no le hacía especial gracia. Pero intentaba sobrellevarlo cómo podía.

Era imaginable que sus ciberimágenes llegando a tantos ordenadores del mundo suscitaban ciertas sensaciones, desde las simpatías que despierta una joven extrovertida que se muestra al mundo a las pasiones que provocan reacciones dónde se liberan muchas hormonas y las consiguientes acciones impudorosas. A la joven Stephanie, tanto le daba, ajena ella a toda pantalla en la que pudiera aparecer su imagen. Hasta que llamó la atención de alguien. Jozef Venglos vivía en Vezsprem (Hungría) y sería unos diez años mayor que ella. Cada vez que la buscaba en la red, la observaba con ternura, con las características comunes del enamorado platónico que se hallaba ante un amor imposible a miles de kilómetros. No obstante, Venglos tenía algo diferente. Contaba con un don, una habilidad que había desarrollado desde niño bajo el control de su anciana abuela: podía inducir a determinadas personas a tener determinados sueños y a experimentar ciertas sensaciones. No importaba la distancia, siempre y cuando pudiera visualizar a la persona sobre la que influía. Solo había empleado su "magia" en un par de ocasiones en su vida, ya que su abuela le había avisado todas las acciones que se llevan a cabo en la vida tienen consecuencias, sobretodo y especialmente si incluyen el uso de una habilidad extraordinaria y casi única. Pero Jozef creía que estaba ante "algo especial".

A las pocas semanas, Stephanie comenzó a tener sucesivos sueños eróticos que no podía controlar. Siempre con la misma persona, un chico al que no conocía de nada. Lo único que podía recordar de él era su imagen y una extraña palabra escrita en lo que parecía un pasaporte: Magyaroszag. Lo que no podía olvidar eran las sensaciones y aquello comenzó a obsesionarla de tal manera que su familia y pareja comenzaron a preocuparse seriamente. La joven comenzaba sentir frustración, no solo por el bajón físico que sufrió sino porque todo aquel cúmulo de sensaciones, enfemizas pero placenteras, no eran reales y eran fruto una serie de procesos de autosugestión que no podía controlar. Meses después, cuando las visitas a dos psicólogos de buena reputación resultaron infructuosas de cara a resolver su problema, la bella Stephanie no sabía si se estaba volviendo loca o si simplemente los demás comenzaban a tratarla como tal. Nadie la hacía caso, nadie la comprendía. Steven se alejó de ella, deseoso por un lado de ayudarla, pero incapaz de cargar sus 20 años con tan incómoda situación y con el hecho de que su chica vivía obsesionada con unas imaginarias experiencias sexuales que ella tenía con otro hombre.

Está claro que exhibirse, algo muy característico aunque no exclusivo de los "Sagitario", incapaces ellos de pasar inadvertidos, tiene algún que otro aspecto negativo: no puedes controlar los ojos que te ven ni las reacciones de los que te ven. Por lo tanto, no es un problema pretender llamar la atención, siempre y cuando se asuma que, de tanto en tanto, se puede acabar interactuando con gente un poquito rara...

jueves, septiembre 09, 2010

Reloading

Demonios!!!! Llevo más de 3 meses sin dar ni chapa. Ya sé que soy un bloggero (por llamarme de alguna manera) discreto y poco dado a llamar masivamente la atención. Pero se acercaba el verano y... se me perdió la originalidad. No la encontraba por ningún lado. Es posible que alguno pensara que nunca la tuve y qué tampoco era algo con importancia alguna. Pero se activó un extraño sistema de bloqueo y no recordaba la contraseña para desbloquearme. Vaya por dios!
Ahora llega septiembre y con el número 32 a punto de acompañar a mi variable de edad, recordé que los nacidos bajo el signo de Virgo tenemos naturaleza mercuriana. O lo que viene a decir lo mismo, nuestro planeta zodiacal (al igual que el de Geminis) es Mercurio, nombre con el que se conocía al mensajero de los dioses (Hermes, en griego) . Y por ello, suele decirse que los nacidos a finales de agosto y la primera veintena de septiembre acostumbran a tener una tendencia especial por la palabra.
Soy consciente de que todo esto tal vez sean tonterías. No obstante, por algo habrá que volver a empezar.