miércoles, octubre 29, 2008

Obama vs McCain: el camino

Se acerca el momento. Queda menos de una semana para el Día-D de las Elecciones Presidenciales norteamericanas, última parada de ese largo viaje electoral iniciado el pasado Enero en Iowa, con la celebración del caucus (o asamblea) que dio el pistoletazo de salida a los procesos de Primarias de los dos grandes partidos políticos estadounidenses. La hora de elegir presidente ha llegado. Y, aunque podrían ser unas elecciones democráticas más al otro lado del "charco", ciertamente éstas cuentan en esta ocasión con un elemento especialmente innovador: el resultado puede deparar que, por primera vez en su historia, Estados Unidos vaya a ser presidido por una persona "no-caucásica", como sería el caso del candidato por el Partido Demócrata, Barack Obama, en el caso que se imponga el próximo martes.

A falta de pocos días para el Gran Día Electoral, debo decir que no me esperaba esta situación. No creí que Obama pudiera imponerse (contrapronóstico) a la oficialista senadora (y popular ex-Primera Dama) Hillary Clinton en las Primarias del Partido Demócrata (si bien, de haber sido al revés, también habría sido una novedad). Sí, ciertamente los inicios fueron espectaculares. Pero pensé que, finalmente, acabaría cediendo ante la presión de la candidata oficial de los dirigentes de su partido. No fue así. Y no quedó ahí la cosa. Desde que se hizo oficial su candidatura a la presidencia de los Estados Unidos, prácticamente siempre ha ido en las encuentas por delante de su rival, el veterano senador republicano, John McCain. McCain siempre me pareció que sería favorito se enfrentara a quién se enfrentara de los posibles ganadores demócratas. Lo suyo era el típico tan "convencionalmente americanista": Veterano de guerra, político hábil y experimentado, buena imagen, dotado para la oratoria patriótica y populista... Además, le veía capaz de atraer a los votantes demócratas más conservadores por su ideología relativamente liberal dentro del ultraconservador Partido Republicano. Era el perfecto candidato sobrio en contraste con esa especie de arriesgado "experimento" demócrata como era la presentación de un candidato/a muy poco (más bien nada) habitual en este tipo de elecciones: un afroamericano o una mujer.
Nada más lejos de la realidad. Me ha dado la sensación de que McCain ha ido a rueda de Obama prácticamente toda la campaña, hasta llegar a la última semana por detrás de él en los sondeos realizados. Además, mientras el Partido Demócrata, que corría el riesgo de pagar la factura de unas Primarias ajustadísimas, ha permanecido bastante compacto y sin muchas fisuras, el bando republicano, con unas Primarias relativamente tranquilas, ha mostrado bastantes signos de debilidad afectado especialmente por dos temas: Por un lado, la crisis económica y la consecuente impopularidad de la vigente Administración Bush; Por otro, la proliferación de críticas (más de lo considerado "normal") que ha generado la designación de Sarah Palin como candidata a la Vicepresidencia; Críticas que han llegado, no solo desde el bando demócrata por el conservadurismo manifiesto de la gobernadora del (poco estratégico) estado de Alaska, sino que también han procedido del mismo bando republicano, en dónde han llegado incluso a poner en duda su capacidad para ejercer de Presidenta en el caso que le ocurriera algo a McCain.
Al Partido Republicano se le han complicado mucho las cosas. Escuchar como acusan a Obama de "ser amigo de terroristas" o de "tener nombre árabe y practicar el Islam" son síntoma de que son conscientes y son víctimas de una ligera desesperación. En el último debate electoral televisado entre ambos contendientes, el pasado 15 de Octubre en Hempstead (Nueva York), pude ver en directo por la ABC como McCain estaba más preocupado por desacreditar a su rival que a desgranar su programa político. Y las encuestas de las cadenas estadounidenses coincidían (menos la Fox): el público creía que Obama había sido considerablemente mejor que su contrincante. La historia dice que el ganador de los debates televisados tiene pie y medio en la Casa Blanca.

Sin embargo, lo que valen son los resultados de las Elecciones y hasta el día 5 de Noviembre (en España) no sabremos quién será definitivamente el Presidente de Estados Unidos a partir del 1 de Enero de 2009 (a menos que ocurra otro Florida-Gate como en el año 2000).