Llamada a la serbidumbre

La política internacional nos ha deparado la detención del lider serbobosnio Radovan Karadžić , uno de los "autografos" más solicitados por el Tribunal Penal Internacional de la Haya por su posible responsabilidad en las monstruosas atrocidades de Srebrenica en 1995. A la espera de la valoración que haga el profesor Veiga, el experto temático al que leo sobre el tema, me entra una ligera curiosidad sobre porqué lo han detenido ahora y no antes. ¿Qué ha acontecido últimamente para que, repentinamente, lo hayan descubierto a pesar de esa barba y esos pelos de patriarca bíblico?

Se comenta que Serbia está interesada en entrar en la UE y que, como condición sine qua no, ésta le reclama a sus sanguinarios "héroes de guerra" para mostrar lo concienciada que esta en relación a perseguir a los criminales de guerra (en relación a la venta de armas no suele estarlo tanto, pero como no se entera nadie, ¿que más da? ¿verdad?). Y claro, Karadzic debe ser otro anticipo de "buena voluntad" (si es cierto que lo han capturado los serbios). Pero, ¿por qué ahora? Porque los americanos, siempre atentos a que los más destacados carniceros del planeta no saquen a la luz los albaranes de sus proveedores defensores de la libertad, tendrán algo que ganar. No vaya a ser que los contribuyentes estadounidenses estén manteniendo en balde a individuos de nombres impronunciables para que éstos acaben sus "días de gloria" en la corte flamenca, cuya ubicación en el mapa resulta harto compleja.

Los serbios están que trinan. Hace más de una década que la prensa occidental los convirtió en los peores demonios de los Balcanes y eso parece justificar que les hayan extirpado un trozo de su país recientemente. En plena bajada de pantalones, ahora entregan a uno de sus nacionalistas predilectos. ¿Por qué?. Las empresas "aliadas" se han quedado con Kosovo para saciar sus intereses comerciales (oleoductos) y militares (Camp Bondsteel). ¿Qué les han prometido? ¿entrar en una Unión Europea que tiene a más de la mitad de sus miembros fuera de SU moneda única y dónde su mano de obra barata, gran factor de atracción económica, pasaría a tener derechos laborales? Supongo que algún día lo leeremos en algún recondito artículo de algún diario.

El otro día leí una historia bastante interesante. Erasé una vez un señor ruso y un señor americano hicieron un intercambio de cromos. Al parecer, el primero necesitaba popularidad y una gloriosa guerra en Chechenia se la podía reportar; al segundo, en cambio, le sobraba porque tenía algunos problemillas domésticos (financiación ilegal de su campaña, "empastes" ilegales a su becaria, digestiones difíciles de la NAFTA). Así que hicieron un intercambio de cromos: "tú no recuerdas que existe Chechenia y yo olvido que los serbios son eslavos. Nos decimos algunas cosas feas en la ONU y, de aquí un tiempo, cuando nos retiremos, hacemos unos cuantos bolos por ahí". Suena retorcido, pero, a tenor de cierta visión del mundo, no carece de lógica. Después de todo, cuando se publicó la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, nadie estaba considerando que sus propios "súbditos" estuvieran incluidos. Pensaban en los pueblos oprimidos por los demás. ¿De qué sirve el monopolio de la fuerza si no puedes emplearla para resolver los "asuntos internos"?.

En fin, más allá de lo que americanos y rusos vayan a disfrutar con esta experiencia de detener carniceros ajenos (aunque fueran "amiguetes accidentales" en el pasado), cabe decir que la detención de Karadzic es una grandísima noticia. Que un criminal de guerra visite las estancias de La Haya nunca está de más, si bien es una lástima que no vaya bien y mejor acompañado. Tal vez sirva de lección para tantos asesinos de masas del mundo: dónde no llegue la justicia por su propia mano (algo corta, por lo que parece), llegará por la traición o el abandono de tus viejos "colegas". Después de todo, cuando llega el interesado momento, hasta Enrique V repudia a su amigo Falstaff.