martes, mayo 06, 2008

21 días

Veintiún días es la media de tiempo que requiere una persona para desarrollar una habilidad. En esos términos se expresaba una psicóloga que ejercía de maestra mía en un curso de formación de mi trabajo. No importa que no sepas hablar en público, que te atranques a la hora de expresarte o que te falte fluidez verbal. Tres semanas y la oratoria será una amiga íntima. El pánico escénico, el temor a hablar ante un auditorio, las "palomitas" en el estómago y el gran elenco de complejas sensaciones que te acompañan pueden dominarse (nunca desaparecen) en una veintena de sesiones diarias afrontando la situación, cada situación. No importa que tengas delante muchas o pocas personas. Trabajándolo cada día, antes de que acabe el plazo de un mes ya puedes adquirir esa habilidad y dominar a la "bestia".

Te sientes falto de imaginación. 21 días; El cálculo matemático te deja en evidencia. 21 días; Crees que tu capacidad de abstracción está limitada. 21 días; La descoordinación te hace sentirte patoso. 21 días; Te consideras incapaz de escribir sin cometer faltas de ortografía. 21 días; No hablas nada de un idioma. 21 días y podrás expresarte en él; Puedes desarrollar tu sentido musical, perfeccionar tus pasos de baile, afinar cada nota que salga de tu garganta. Incluso cuando te marchas al extranjero, te suelen decir las voces experimentadas: "aguanta un mínimo de 3 semanas y entonces decide si debes o no permanecer allí". Aprender no es cosa ni de 21 segundos ni de 21 minutos, un margen más que decente para tomar decisiones (tampoco 21 años). Escribe lo que ves ahora y compáralo con lo que escribas después de transcurrido en ese tiempo. Lo podrías ver. Y si no, concedeté otros 21 días solo para aprender a verlo. Algo se acabará viendo.

Qué fácil parece. ¿21 días haciéndo pesas y acabas como el Robocop de Chiquiliquatre? ¿21 días sin fumar y eres capaz de vivir sin tabaco? Muchos arderán en deseos de firmar dónde haga falta. El precio: cada día, sin excepción, desarrollando concentradamente una única habilidad. Requiere un rato y dosis de paciencia. No sé si es cierto, pero vale la pena probarlo. Ahora que recuerdo, Sabina tardó en aprender a olvidar en 19 días (las 500 noches no cuentan).
De todas maneras, ésta es una ciencia sometida a rigor científico y no puede ser exacta, porque las circunstancias cambian. Y una excepción podría venir a confirmar la regla. Existen "habilidades" que no requieren 21 días. ¿Un poco más? ¿o un poco menos?. Quizá toda una vida para trabajarla. Porque para aprender a odiar no se requiere tanto. Pero para amar, tampoco. ¿Será la media unas 21 décimas de segundo?.
PD: Por cierto, aprovecho para enviar ánimos a mi apreciado amigo y vecino "Ganchi" de LH, que se encuentra inmerso en un época algo gris.