martes, junio 17, 2008

Otro duende maligno

Os propongo una actividad bastante ilustrativa, en mi opinión bastante didáctica e interesante (si se hace bien). Igual a alguno le resulta familiar, sobretodo si trabaja en el campo de la psicología o de la formación contínua, si bien la mayoría lo vereis como una versión más desarrollada del infantil "Juego de los Mensajes". Si en alguna ocasión, en una reunión de grupo, coincidíis seis o siete personas (aunque el número es variable: a mayor número, más espectácular puede ser el resultado), estais algo aburridos y no estais poseídos por el "Espíritu del Vino" (si vais algo bebidos, será más divertido, pero no sereis tan conscientes del resultado), podeis probar lo siguiente.

Una persona será el "Guardián" y al resto se le atribuirá un número. Todos saldrán fuera de la sala, excepto el Guardián y quién tenga el número "1", que permanecerán dónde se hace el experimento. A continuación, el Guardián procederá a enseñarle un cuadro con varias fotos o dibujos (como en el ejemplo de al lado, si bien pueden ser de cualquier temática y de mayor complejidad), que representen, en principio, cosas simples. El primer participante podrá tomarse el tiempo que le resulte necesario (aunque le resultaría conveniente recordar que hay gente esperando) para memorizar lo que está viendo. Porque después tendrá que describir lo qué ha visto, con la mayor precisión posible, al número "2", a solas y sin que nadie más les escuche.

Una vez el número "1" transmita esa información al 2º participante, éste último entrará en la Sala y le explicará al Guardian, que previamente habrá guardado el cuadro, qué le ha dicho el número "1" sobre lo que ha visto ("He visto cuatro dibujos en los que sale..."). El Guardián, sin hacer observaciones sobre la explicación, irá apuntando (ahí la clave de no ir muy borracho) lo que el número "2" le va diciendo (sobre lo que le ha dicho haber visto el número "1"). Siempre está la opción de grabarlo en video.

A continuación, el número "2" saldrá de la sala, llamará al número "3" y se lo llevará aparte. Y le explicará lo mismo que le ha explicado al Guardián, sin que los otros les vean ni les escuchen. Entonces, el número "3" entrará en la sala y le recitará al Guardián lo que le ha explicado el número "2" sobre lo que le ha descrito el número "1". El Guardián toma nota. Después el número "3" hará lo mismo con el número "4": llevarlo aparte y explicarle lo que le ha explicado anteriormente. Y así sucesivamente, de tal manera que, al último le tocará explicarle al Guardián lo que le han explicado sobre lo-que-le-han-explicado sobre lo-que-le-han-explicado... sobre lo que ha visto el primero que ha tratado con el Guardián.

Una vez acabado todos, el Guardián mostrará a todos el cuadro de fotos/dibujos y cada uno podrá comparar lo que está viendo con lo que han explicado. Por su parte, el Guardián hará un repaso sobre qué elementos de información se han ido perdiendo en cada paso hasta llegar a lo dicho por el último participante, posiblemente el más sorprendido por cómo ha degenerado la descripción del cuadro (igual ni siquiera sabía que estaba describiendo un cuadro). ¿Será capaz el último de explicar que el león aparece de espaldas, si la pipa está o no encendida o si la botella está medio llena o medio vacía?

¿Para qué sirve esto? Realmente el juego puede parecer una chorrada pero, aparte de poner a prueba nuestra capacidad de descripción y expresión, además de nuestra memoria, es muy útil para comprobar hasta qué punto se pierde y se puede distorsionar la información a través del boca a boca. Cada vez que uno escucha algo de alguien, tal vez debería tener presente hasta qué nivel, a partir de un elemento objetivo (una foto, un dibujo, unas palabras, una escena, una acción), se puede llegar a deformar tanto la información que lo describe, hasta el punto que casi no tenga nada que ver lo te han contado sobre un hecho con el hecho en si.

3 Comments:

Blogger Carlos said...

Real como la vida misma.

A veces se pierde información por causas naturales pero otras intencionadamente. Lo que está claro es que cuanto más lejos esta el informador de la noticia (más enlaces intermedios por los que ha fluido la comunicación)más distorsionada está la misma.

Y si te paras a analizar quienes son esos enlaces intermendios... quizás casi mejor ni prestar atención a lo que te cuentan.

21/7/08, 12:16  
Blogger C.C.Buxter said...

Este tipo de cosas son las que hacen que no me pueda explicar cómo las principales obras literarias de la antigüedad pudieron pervivir a fuerza de ser narradas oralmente ¡de memoria!

A veces no hacen falta este tipo de experimentos para darse cuenta de que no todos explicamos una cosa tal y como sucedió (especialmente cuando se trata de enfados o reproches). Lo curioso es que, en la mayoría de los casos, las exageraciones u omisiones a la hora de contar un hecho suelen ser involuntarias o, cuando menos, sin mala fe. Por eso, con el tiempo, uno acaba sabiendo de quién puede fiarse y de quién no. Cuántas veces he escuchado a alguien contar con ciertas "licencias" una conversación o un hecho, y pensado: ¿cómo no se dará cuenta de que eso no fue así? Espero que a mí no me pase demasiado...

21/7/08, 14:18  
Blogger Reverendo Pohr said...

Bueno, Litos, siempre se ha dicho que existen unos "obstáculos" en la comunicación que le hacen perder eficacia. Si a éstos, le añadimos otras "barreras defensivas"(no hacerse entender para no dejar constancia de que sabes algo o, al revés, que no sabes nada) te puedes imaginar. Eso sin entrar en una intencionalidad en sentido contrario: el "insinúo ésto para producir una reacción, pero literalmente NUNCA lo dije".

Bueno, Buxter, porqué será que me viene a la cabeza un libro como la Biblia? La Iglesia siempre ha hecho hincapié en la fé, dado que difícilmente se le puede reconocer rigor histórico al Nuevo Testamento, herramienta básica en la formación cristiana. Además, en la transmisión oral, ¿cómo saber en qué punto se vició la información? En el juego expuesto, puedes fiarte de quién te traspasa la información... pero
¿si no conoces a quiénes se la han transmitido a él? ¿cómo confiar y en qué grado en quién no conoces?

23/7/08, 9:20  

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