viernes, diciembre 12, 2008

Premios Darwin

Grandes compañeros de fatigas en la blogosfera, Buxter y Tanhauser, ya escribieron sobre los "STELLA AWARDS" (para los demandantes de los casos más absurdos) y los Premios Ignobel (para los descubrimientos científicos más frikis). El otro día llegó a mi conocimiento otro tipo de premios, los Darwin Awards, quizá de peor gusto que los dos citados, dado que tomarse las desgracias ajenas con, aunque sea poco, humor (negro), suele ser políticamente muy incorrecto y portador de malas e incómodas sensaciones. Sin embargo, desde un planteamiento aséptico (algo fácil dado que no se conoce personalmente a los afectados), lo cierto es que pueden extraerse incluso conclusiones de cierto (quizá relativo) interés científico. Un indicador de hasta dónde puede llegar la imbecilidad humana.

Los Premios Darwin se otorgan desde 1999 en memoria de personas que han pecado de un grado de estúpidez de tal nivel, que han sufrido las innecesarias consecuencias de inverosímiles situaciones de riesgo provocadas por ellos mismos, resultado de no ejercitar debidamente un mínimo básico del potencial de inteligencia que su humana naturaleza le había otorgado. Los cínicos más radicales podrían considerarlo, en cierta manera, un (controvertido) "proceso de selección natural", puesto que su autoeliminación del mundo de los vivos impide que los genes de su estupidez se sigan transmitiendo y permiten que la humanidad como colectivo continúe evolucionando manteniendo el mayor grado de inteligencia posible, lo que otorga, de esta forma, unas mayores probabilidades de éxito en la tarea de perpetuar la especie. Ciertamente, esto puede parecer de pésimo gusto... pero, visto con científica frialdad, da bastante para pensar sobre lo contraproducentes que pueden ser comportamientos determinados por (innatos)estados de insconsciencia o de enajenación mental, así como la potencialidad que puedan tener, éstos y otros, de anular un instinto primario como es el de supervivencia del ser humano.

Algunos de los ganadores de este año son:

Octavo Lugar: En Detroit, un hombre de 41 años quedó atrapado en una alcantarilla. Se ahogó pese a que solo había medio metro de agua, porque sumergió la cabeza con la intención obsesiva de recuperar las llaves de su coche.

Séptimo Lugar: En Italia, I. Plattner, de 68 años, circulaba con su Porsche Cayena Sportscar hasta que llegó a un paso de tren. Pensó que, con su cochazo, podría pasarlo velozmente aunque el semáforo estuviera en rojo y un tren se acercara. Pero las barreras de seguridad fueron más rápidas, y dejaron el Porsche atrapado sobre las vías sin capacidad de maniobra. Según los testigos, el conductor tuvo su tiempo para darse cuenta que estaba atrapado. Y así fue efectivamente, porque le dio tiempo de salir del coche... y correr hacia el tren que se aproximaba, agitando sus brazos en un intento de salvar su coche. Su esfuerzo tuvo sus frutos: el coche apenas sufrió un rasguño. Sin embargo, él recibió un impacto lo suficientemente fuerte para aterrizar a 30 metros de distancia.

Sexto Lugar: D. Jones, de 21 años, estaba en la playa y cavó un agujero de 2 metros y medio para protegerse del viento. Estaba en el fondo de su pozo sentado cómodamente en una silla de playa cuando, repentinamente, las paredes se colapsaron y lo enterraron en metro y medio de arena. Las personas que se encontraban cerca cavaron con sus manos y con pequeñas palas de tierra para tratar de sacarlo, pero fueron incapaces de llegar hasta donde estaba. A los rescatistas les supuso tardar casi una hora para sacarlo de ahí y fue declarado muerto en el hospital a donde lo llevaron.

Quinto Lugar: S. Alvarado, de 24 años, se cayó del tejado de una tienda de bicicletas que intentaba robar. La muerte se produjo cuando la linterna que sostenía en su boca (y no quiso soltar) se le clavó en la base del cráneo al golpear contra el suelo.

Cuarto Lugar: S. Briddel Jr, de 26 años, hizo una apuesta con sus amigos. Ellos decían que no sería capaz de ponerse una pistola cargada con 4 balas en la boca y tocar el gatillo con la lengua. Sí fue capaz.

Tercer Lugar: Tras rodear un coche de policía que estaba aparacado fuera de una tienda de armas, un ladrón entró en el negocio, repleto de clientes y donde había también un oficial uniformado justo al lado de la caja fuerte. Tras anunciar que aquello era un atraco, hizo algunos disparos con una pistola. El oficial y el dependiente de la tienda respondieron al fuego y algunos clientes también sacaron sus pistolas y comenzaron a disparar. El ladrón fue declarado muerto en el lugar por los ATS. Los investigadores de la escena del crimen hallaron 47 cartuchos usados y la autopsia reveló que el ladrón recibió 23 impactos de bala provenientes de por lo menos 7 armas. Nadie más salió herido del incidente.

Mención Honorífica: Mr. Stiller, de 47 años y su esposa Bonnie estaban aburridos y paseaban en su coche a las dos de la mañana, así que encendieron un cartucho de dinamita que el guardaba, con la intención de arrojarlo por la ventana y, se supone, ver las reacciones. Aparentemente ninguno de ellos se dio cuenta de que las ventanas del coche estaba completamente subidas antes de encenderlo.

Finalista: Kerry Bingham estaba bebiendo con varios amigos cuando uno de ellos dijo que conocía a una persona que había saltado con el bungee (cuerda elástica) desde un puente local. La conversación se volvió cada vez más acalorada y por lo menos 10 de ellos fueron, con su correspondiente taja encima, a dicho puente a las cuatro y media de la mañana. Cuando llegaron al medio del puente, descubrieron que nadie había llevado una cuerda para hacer "puenting". Bingham, quién había seguido bebiendo y llevaba un pedo descomunal, señaló un rollo de cuerda que estaba cerca de ahí. Ataron un extremo a una de las piernas de Bingham y el otro extremo al puente. Tras arrojarse, cayó 40 pies (unos 12 metros) hasta que el cable se tensó y arrancó el pie de su tobillo. Milagrosamente, sobrevivió a la caída al agua helada y fue rescatado por dos pescadores. Sin embargo, el pie de Bingham nunca fue localizado. Pero se le pasó la borrachera.

Y el ganador es: El empleado de un zoológico, Friedrich Riesfeldt (de Paderborn, Alemania), dio a un elefante constipado 22 dosis de un laxante animal y un barril de moras, higos y ciruelas pasas antes de que el paquidermo consiguiera defecar. Los investigadores dijeron que Friedrich, de 46 años, intentaba aplicarle un enema de aceite de oliva cuando la bestia descargó.

La imponente fuerza de la inesperada defecación del elefante golpeó a Mr. Riesfeldt y lo arrojó al suelo donde éste se golpeó la cabeza contra una roca mientras el elefante continuaba evacuando más de 200 libras (100 kilos) de excremento encima de él.
Sin comentarios.

8 Comments:

Blogger Camilo said...

Joder. No sé si aplaudir a los ganadores o llorarlos. Pobrecicos. Al menos nos han dado varios ejemplos sobre lo que no hay que hacer en esta vida si queremos sobrevivir.

12/12/08, 23:45  
Blogger Juan Rodríguez Millán said...

Una amiga mía me dijo una vez que no le gustan los videojuegos porque no aplica en ellos espíritu de supervivencia, le da igual perder una vida o no ganar un partido. Qué cosas, que en la vida real haya tanta gente que se mueve con el mismo sistema...

13/12/08, 13:09  
Blogger Reverendo Pohr said...

Hay momentos en los cuáles no somos conscientes de a qué nivel ponemos nuestra vida en peligro, desde que nos ponemos "chulitos" cruzando una carretera con nuestro semáforo en rojo o en el momento que nos ponemos al mando de un coche y soltamos el volante porque se nos ha caído algo. Un "fallo" y adiós.

A veces, resulta aleccionador que ocurran casos espectaculares (aún presentándolos bajo el formato de cínico premio) para tener presente que, aún siendo seres inteligentes, tenemos una capacidad de enajenación brutal.

15/12/08, 12:32  
Blogger C.C.Buxter said...

He oído hablar varias veces de estos premios, aunque como estos casos no me suenan de nada, supongo que serán los recientes ganadores del año 2008. La verdad es que, como dice Petrarca, uno no sabe si reírse es o no de buen gusto; pero es que hay que ser tan zoquete...

Por cierto, creo que fue el año pasado cuando se estrenó una película más o menos inspirada en los Premios Darwin, aunque no recuerdo cuál era su nombre.

16/12/08, 21:06  
Blogger C.C.Buxter said...

He decidido no ser un vago y buscarlo en Google: la película se llama "Muertes de risa" (en inglés "The Darwin Awards") y está dirigida por un tal Finn Taylor.

16/12/08, 21:08  
Blogger Reverendo Pohr said...

Bueno, el humor negro no es muy racional. ¿Cómo explicar que haya gente que se divierta viendo cómo la gente se pega guantazos?. No me extrañaría que alguno de los protagonistas de "Jackass" forme parte de la nómina de estos premios.

16/12/08, 22:45  
Anonymous Anónimo said...

Qué grande, lo mejor de esta Navidad. Al fin algo gracioso. Gracias.

24/12/08, 0:46  
Blogger Juan Rodríguez Millán said...

Reverendo, creo que en mi blog hay algo para usted...

26/12/08, 13:38  

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