martes, febrero 02, 2010

hombres de valor

Se está volviendo a poner de moda escribir sobre las controvertidas declaraciones del primer ministro australiano, Kevin Rudd , aquellas en las cuáles pedía a los musulmanes que quisieran vivir bajo una ley islámica que se largaran de Australia y, entre otras cosas, persuadía a los inmigrantes residentes en la islas a que se integraran o, por el contrario, que se dirigirieran a cualquier puerta de salida del país. Al parecer tales comentarios, que no poca gente, si bien los considera políticamente incorrectos, cree que no pueden ser más idóneos y acertados (no hay más que ver las publicaciones que se han hecho en diferentes blogs y páginas webs), han suscitado en internet una enorme admiración por este veterano laborista, al que tachan de político modélico y valiente, capaz de atreverse a decir lo que tantos y tantos piensan y no se atreven a decir públicamente. Sin embargo, es una admiración que se sustenta en una foto y en un texto porque, curiosamente, no circula ninguna imagen de video o audio en la que se vea u oiga al señor Ruud haciendo semejantes afirmaciones. Y no resulta difícil imaginarse porqué. Probablemente nunca existieron.

Hace dos años ya se publicó el "fake" en internet: una página web denunciaba que unas declaraciones semejantes ya habían sido realizadas por anterior primer ministro australiano, el conservador John Howard, tres años antes. Pero, por lo que parece, aprovechando que el continente Australia coge un poco lejos tanto de Europa como Norteamérica, no importó sino mantener vivo dicho mensaje algo xenófobo, adaptándolo a los nuevos tiempos. Además con un plus: el lider político en cuestión es laborista y, por ende, se le considera un representante de la clase trabajadora, si bien el eje ideológico izquierda-derecha es diferente en la "politics" anglosajona. Tampoco se iba a comprobar si era cierta: la cuestión es que todo el mundo se entere de lo malos y lo terroristas que son todos los musulmanes y cómo quieren imponerse al resto en la tierra porque, eso nos dicen en Occidente, así lo manifiesta el Corán.

No pretendo hacer una defensa hippie, repleta de filantropía y de paz a los hombres de buena voluntad. Además, como tanta gente, no simpatizo en exceso con determinadas costumbres del islam, especialmente aquellas que se ponen en práctica en sus vertientes más intolerantes. Pero de ahí a decir que un político es modélico y "valiente" por meter caña a los immigrantes y a los practicantes de otras religiones, me parece populismo barato. ¿Por qué? Porque al que monta un badulaque le pides que se adapte, pero al jeque millonario de turno se le hace la pelota. La religión no tiene nada que ver. Y cuando los inversores del mundo van a determinados países (porque para hacer negocios, nunca se pone objeción al "detalle" de que los interlocutores representan a un estado teocrático que oprime a sus ciudadanos a través de la religión), tampoco deben hacer enormes esfuerzos de renuncia a sus costumbres (bueno, sí, en bastantes lugares las mujeres deben taparse el pelo y/o los hombros en público). De hecho en Dubai y Abu Dhabi, que son emiratos árabes, ciertas empresas locales proporcionan a sus accionistas extranjeros terrenos para que construyan su casa y... su centro de culto religioso correspondiente.

Además, en el caso concreto de Australia, resulta tan fácil rebatir al responsable de esas declaraciones (si realmente fue australiano): después de tantos siglos de inmigración (bueno, al principio lo llamaba "colonización") anglosajona, ya me diréis qué porcentaje de población, generación tras generación, se ha preocupado por aprender la lengua autóctona o respetar la religión Aborigen. De hecho, la neófita sociedad de corte WASP (White AngloSaxon Protestant) desplazó hace muchas décadas a las sociedades autóctonas, a la cuáles superó en población y, gracias a ello, pudo convertirse en hegemónica (en Sudáfrica, en cambio, la población inmigrante nunca pudo superar en número a la autóctona y se hubieron de inventar el "apartheid"). Fundaron el estado australiano en un territorio que siglos atrás ni siquiera era suyo. Y hasta 1967 no reconocieron el mas mínimo derecho a los pobladores originales. Así que, en el fondo, es lógico que haya cierto miedo a que los inmigrantes de hoy hagan lo que hicieron los antepasados inmigrantes de la actual sociedad australiana.

No obstante, quiero dejar claro que no tengo ningún problema ni con el estado australiano (Australia me parece un destino muy interesante), que, por cierto, lleva años buscando la reconciliación social con los primeros pobladores de su territorio, ni con Kevin Rudd, el cuál, además de no ser el responsable de la arenga xenófoba que se le atribuye desde "el miercoles pasado", ha dirigido un gobierno un poco atento con las minorías de su país. Y aunque dicha declaración tampoco sea una falacia absoluta (no deja de mostrar un descontento real que va más allá de lo meramente racista o xenófobo, por lo que reducirlo a solo a estos términos quizá sería simplificarlo en exceso), sí me parece exageradamente intolerante y repleta de mala fe. Aunque no nos guste, hay que asumir que dentro de un par de décadas, nuestra sociedad (como cualquier sociedad "occidental") será algo diferente a la que conocemos hoy. El que sepa capaz de liderar la gestión de la convivencia y el desarrollo evolutivo de esa nueva sociedad, sí será un hombre de valor.

4 Comments:

Blogger Juan Rodríguez Millán said...

Pues tienes toda la razón. Ni tanto ni tan poco, es lo de siempre. Está claro que hay 'costumbres' islámicas que rozan el barbarismo y está claro que es facilísimo criticar al más pobre de los islámicos y no al ricachón de turno que viene a Occidente a vivir la vida padre. Como en todo, la desigualdad preside las decisiones. Y así es imposible impartir lecciones morales. Y menos cuando se dan en cierto tono...

19/2/10, 13:12  
Blogger C.C.Buxter said...

En cuanto escucho a alguien decir que hay que hablar de forma "valiente", diciendo "la verdad" y expresando "lo que piensa la gente", me echo a temblar. Y ya puestos, tampoco me gusta que, en cuanto alguien dice algo de la inmigración o los extranjeros, se le tache de "xenófobo" o "racista" a la primera.

El racismo no es más que una variante del clasismo. Nadie se queja cuando los grandes jeques árabes vienen a España de vacaciones y dejan cuantiosas propinas (y eso que ellos sí que son delincuentes, y de los buenos). Tampoco he oído a nadie quejarse, por ejemplo, de que Messi (no es porque sea culé...) no está integrado porque no sabe decir ni una sola palabra en catalán.

En España tenemos la suerte de que, lo que está pasando ahora, ya ha pasado hace décadas en otros países, y podemos aprender de lo sucedido. Hace poco leí a un historiador francés decir una cosa interesante y preocupante: mientras que la inmigración "tradicional" siempre había querido asimilarse (y lo conseguía en la segunda o tercera generación), gran parte de los descendientes de los inmigrantes de hace décadas no sólo no quieren ser franceses, sino que se muestran contrarios a lo francés, en parte como reacción a la situación de marginación social en que viven. Como dices, lo que tiene valor es prevenir este tipo de circunstancias, lo que no sea hace ni con el buenismo hiperoptimista ni, mucho menos, con el racismo encubierto.

20/2/10, 20:34  
Blogger Reverendo Pohr said...

Juan, no hay más que ver qué "conflicto de civilizaciones" puede haber cuando los Bush (u otros jefes de estado) aparecen sonrientes en las fotos con sus millonarios socios árabes, a los cuáles no se les exige nada cuando invierten en sus países. Después de todo, la economía norteamericana cuenta con un porcentaje significativo de capital árabe y se alimenta de capital procedente de otros países con regímenes poco democráticos.

Buxter, a Messi yo le he escuchado alguna vez hablar algo en catalán, je,je. Pero cuánta gente conocemos que lleva años sin aprender catalán justificando con "estamos en España" el no haber hecho ningún esfuerzo y ampararse en "lo suyo". Eso por no decir quién no quiere aprender hablar inglés y espera que en el extranjero le hablen en su lengua materna...

Por otro lado, cierto es que en entornos "difíciles" las posturas rebeldes antiestablishment están a la orden del día y el resentimiento no es buen consejero. El que vive bien, no tiene problema (no hay más que ver a los afroamericanos económicamente acomodados en otros países); el que desea una vida mejor y se siente frustrado, se acoge a lo que haga falta para manifestar su rebeldía.

No, no será nada fácil gestionar esto.

24/2/10, 20:58  
Blogger Reverendo Pohr said...

errata: quería decir "afroamericanos acomodados en EEUU", aunque también hay otros grupos étnicos que se han acomodado e integrado en sociedades de las cuáles no eran originarios.

24/2/10, 21:01  

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