martes, septiembre 15, 2009

El señor de las verduras

Un amigo mio explicaba ayer que su hijo de cuatro meses ya comenzaba a pegar gritos, sin duda una confirmación de que su vástago forma parte de nuestra gloriosa idiosincrasia ibérica. ¿Será un rasgo cultural éste de hablar a gritos o levantar la voz más que el otro simplemente por placer gutural, aunque no estés discutiendo?. Posiblemente esté cayendo en un tópico y no sea para tanto. Pero cada vez que viajo fuera de la Península Ibérica, lo cierto es que me cuesta muy poco identificar a los transeuntes paísanos. ¿Por qué será que en los países del sur de Europa nos encanta tanto ser poco discretos y montar una escandalera cada vez que pretendemos manifestar cualquier cosa?.

Importa poco que no querramos saber nada: tenemos que escuchar igual. ¿Queremos huir de la prensa amarilla?. Da igual, de una manera u otra te acabas enterando de la vida y miseria de quién libremente prostituye su intimidad. ¿Que el tema no va contigo? Tragatelo igual. ¿Y si no quieres comprar nada? No importa, te inundarán de la misma manera con publicidad y propaganda hasta que revientes. En lugar de pedir silencio, la tendencia es incrementar aún más el tono de voz.

Ahora estamos ante la gran tragedia de la descomposición de España y la genesis del neopatriotismo catalán: la consulta de Arenys de Munt!!!!!!. De golpe y porrazo, entre unos y otros, te colocan a un humilde municipio de apenas 8.000 habitantes en el epicentro de un terremoto mediático de dimesiones dantescas, capaz de determinar el devenir de la humanidad hasta el día que retorne del Mesías. Porque, vamos a ver, si lo miras fríamente (que remedio), si a más de 5.000 de los 8.000 habitantes que tiene este pueblo el tema se la traía al pairo, ¿se puede saber por que debo ahora estar eschuchando tanta verborrea?.
Me parece bien (e incluso fantástico) que se movilicen 2.600 personas para manifestar su opinión en un ejercicio de participación democrática (pese a no tener carácter oficial ni vinculante sobre un tema sobre el que poco se pueda hacer). Pero no deja de ser un acto a nivel local (siento ser poco optimista pero no es muy lúcido pensar que el destino de los 7 millones de catalanes lo van a decidir los ciudadanos de unos cuantos ayuntamientos, cuyos alcaldes han decidido "adelantar" su campaña de municipales dos años).
La Constitución Española establece que no se puede reclamar la autodeterminación (por otro lado, un concepto algo abstracto que surgió en la Conferencia de las Naciones Unidas (1945) con la intención de descomponer los imperios coloniales en beneficio de EEUU y la Unión Soviética). Y como la reforma de la Constitución se antoja algo difícil, ya que requiere un consenso hoy por hoy inverosímil por estos parajes, gran parte de lo que se diga al respecto contiene, en mi opinión, mucha demagogía y ardientes deseos de llamar la atención. Y comienza la charla de verduleras: unos hablando de "paso de gigante en la historia política de Catalunya", otros que si hay que enviar tanquetas militares a Arenys,... Pero qué quereis que os diga. Habrá mucha gente que hará ilusiones y se montará su película, pero a mí todo esto me parece como una puesta en escena de Tunick: se podrá repetir en muchos lugares, se invetirá dinero por el show, siempre habrá gente venerándolo con excitación o criticándolo con vehemencia, dará para algunas portadas; Pero cambiar, lo que se dice cambiar... yo no creo que vaya a cambiar gran cosa. Los vascos no perderán su timidez aunque posen en pelotas en el Kursaal, de la misma manera que no se cuidará mucho más el medio ambiente por mucha naturalidad corporal que se muestre. Eso sí, espectáculo tendremos un rato. Aunque habrá una diferencia: que las fotos de Tunick las publican un día y la prensa suele olvidarse pronto. En cambio, ciertos temas dan para hablar y hablar y hablar.... Y, por supuesto, para gritar, gritar y gritar. JOOOOOOOOOODER!!!!

4 Comments:

Blogger Juan Rodríguez Millán said...

Sí que es curiosa esta tendencia de hacer caso al que más grita, sí...

Lo del referéndum ha aumentado mi ya de por sí enorme asombro ante el quehacer diario de políticos y periodistas. Es un ejemplo de libro sobre cómo dar trascendencia a algo que no la tiene en absoluto.

Pero, claro, puestos a caer en el absurdo, he decidido que es un gran ejemplo a seguir. Si un pueblo catalán puede convocar un referéndum sobre la indepedencia de toda Cataluña, creo que mi comunidad de vecinos tiene derecho a hacer lo propio sobre cualquier tema que nos incumba de refilón. Desde la suplencia de Raúl a la declración de guerra contra Taipei.

16/9/09, 14:01  
Blogger TAM said...

Mario, es cierto que el derecho a la autodeterminación no está recogido en la Constitución española, pero eso es irrelevante. Y es irrelevante porque cada vez que se convocan unas elecciones los resultados son claros: las opciones independentistas son minoritarias (en las últimas generales el PSC obtuvo 25 escaños, ERC, 3). ¿Que pasaria si fuera al revés? ¿ Que pasaria si en todas las elecciones las opciones independentistas fueran mayoritarias? Se generaría una situación institucional insostenible a largo plazo a la que se tendría que dar respuesta diga lo que diga la Constitución española.
Pero la situación no es así y es improbable que las preferencias políticas de los catalanes vayan a cambiar a corto o medio plazo.
Lo que pasa es que los independentistas catalanes parece que no quieren asumir la pluralidad de Catalunya y menos aún que su opción es minoritaria, de ahí su tendencia a montar espectáculos circenses con la inestimable ayuda del nacionalismo españolista que se encarga de proyectar lo anecdótico a la categoria de drama nacional.

Saludos

20/9/09, 15:27  
Blogger C.C.Buxter said...

Con ese talento precoz, el hijo de tu amigo puede hacer una buena carrera como tertuliano político :-)

No sé si alegrarme de que "lo de Arenys" me haya pillado fuera de casa, ya que me ha evitado la tentación de escribir sobre eso en el blog, y la verdad ¡qué pereza! Si algo me ha quedado claro estos días, es que los extremos se necesitan: tanto independentistas como españolistas han disfrutado de lo lindo. Unos, porque veían en la consulta un acto extremo de heroísmo y patriotismo, primer paso para la inminente e inevitable independencia catalana. Y los otros, porque todo esto era la muestra palpable de que España se deshace como un azucarillo, de lo cual, ¡claro!, ZP es el culpable. Y lo más curioso es que, mediáticamente, son estas visiones extremas e irreales las que acaban imponiéndose.

Respecto a la realización de estas consultas, como dices, no son más que actos propagandísticos; por algo se quieren llevar a cabo sólo en poblaciones en las que hay una clara mayoría nacionalista. Que tengan que hacerla en un pueblo minúsculo y no representativo de la pluralidad de la sociedad catalana (y, además, permitiendo que voten los jóvenes de entre 16 y 18 años) lo dice todo. ¿Por qué no la hacen en Santa Coloma o en Hospitalet, a ver si va alguien a votar?

29/9/09, 11:19  
Blogger Reverendo Pohr said...

No tiene pinta de permanecer mucho tiempo sentado en el mismo sitio... es un muchacho muy inquieto.

Coincido contigo que mucha gente a la que normalmente no se les presta mucho atención, se lo ha pasado en grande con lo de Arenys. Supongo que algunos buscaban una manera de desahogar el stress post-vacacional.

Imaginaté: si en LH no vota casi la mitad del censo para las autonómicas, anda que se va a movilizar para un referendum de este tipo. Por no comentar el 20% de la población de origen inmigrante que ni siquiera entenderían de qué le están hablando...

30/9/09, 12:35  

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