miércoles, enero 30, 2008

Tierra de lobos

"No importa que no hayas hecho nada malo ni hayas ido contra nadie. Si no quieres jugar, tranquilo. Solo tienes que esperar para ver que hacen contigo los que sí juegan".

Es todo un alegato por la participación, uno de los comentarios con mayor carga de cinismo que puede soltarle un demócrata ideológico al que se denomina "apolítico" (así se llama con suavidad y delicadeza a los asubditados más dóciles de un sistema). Puedes decir que no te gusta ningún lider político o que ningún partido político funciona acorde que la particular ideología o visión política de cada uno; Puedes pensar que el sistema de partidos no es del todo eficiente a la hora de representar todas las sensibilidades de la población; Puedes considerar que no hay grupo capaz de satisfacer los intereses de todo el colectivo. Sin embargo, un democratófilo tiene la creencia de que rendirse ante tan triste realidad (no existe sistema óptimo o que aquel que se considere más participativo o mayoritariamente legítimo no siempre cuente con el grado de éxito que podría esperarse) no representa una reivindicación o una protesta claramente explícita. Más bien es un "callo, luego otorgo", justificado con la creencia de que es un ejercicio de libertad, cuando es más que probable que la única decisión libre que se tome es cómo aceptar el sometimiento. Es poco común encontrar a quién defienda la apatía o la pasividad política con una argumentaciñon racional que se sustente un poco.


Qué felices son las ovejas dentro del redil. Salen plácidamente a pastar, a disfrutar de la naturaleza, sin responsabilidades, sin decisiones traumáticas que tomar... Luego, claro, aparece algún lobo y se fija en alguna, se la carga, se alimenta sin exceso de trabajo y la vida sigue igual. Mientras, el pastor ya hace todo el trabajo. Dependen completamente de él; Y él depende de ellas...pero como colectivo, no como suma de individualidades. Si falta una y puede ser substituida por otra entonces... no pasa nada, ¿verdad?

Que fantástica sensación es ser oveja!! Mientras el lobo de turno te encara con los dientes afilados, las demás deben pensar "mala suerte" y salen corriendo. Bueno, y si el ataque es a traición y lo ves con algo de antelación: ¿tentarás a la suerte o te preocuparás que la suerte te tiente?. ¿Qué alternativa hay? ¿encararlo y aprovechar la ventaja numérica? Por Dios, no. ¿Y si solo es un lobito? Uff... mejor no pensar. Los lobos son malos, muy malos, sobretodo cuando tienen hambre. Puedes hablar mal de ellos, decir que son malvados, criticarlos y afirmar cosas terribles. Pero de ahí a probar algo diferente. ¿Encararlos?! ¡Qué ideas son esas!!! Que lo hagan los demás!!! Además, si la vida es así, ¿qué le vamos a hacer? Bueno, ya sé: siempre se puede echar la culpa al pastor. O al perro ovejero. O al mundo. O, ya puestos, a la Divina Providencia! Todos tienen la culpa de que yo sea oveja!!!!!

Ahora bien, ¿uno tiene completamente la culpa de ser oveja?

Criticamos la cultura política con facilidad por su pobreza, como si dentro de ella fuéramos excepción. Puestos a repartir culpas de manera indiscriminada, acusemos a Adam Smith por fomentar el individualismo que, por supuesto, lo practican los demás. En algún momento, nos damos cuenta que somos parte de un colectivo, comunidad o sociedad, que se define y desarrolla con la interacción de sus miembros, pero asumir nuestra responsabilidad, por pequeña que sea, ya es demasiado. En todo caso, lo aceptaremos, en un grado ínfimo e insignificante. Cuando Kennedy dijo aquello de «No preguntéis qué es lo que vuestro país puede hacer por vosotros, sino qué podéis hacer vosotros por vuestro país», hacía un reclamo: "¡Venid a colaborad, cojones!!!" . No se puede dejar TODO total, absoluta y exclusivamente en manos de políticos y técnicos profesionales, que son igualmente humanos que vosotros!. ¡Aportad algo!. Qué sabio era John Fitzgerald. Tal vez por eso lo asesinaron.

Nuestra democracia en proceso de glorificación cuenta con una cultura política, nuestra Cultura Política. No quiero criticarla gratuitamente, porque pertenezco a ella. Dentro uno se encuentra una ámplia variedad, más allá de los votantes convencionales: Individuos que van a votar en las elecciones simplemente porque conocen a alguien que pertenece a un partido político; y otros que no votan, pero lo harían de tener un referente cercano; Activistas que se enfrentan al sistema y nunca votan, pero que se benefician del mismo sistema y rechazan en realidad (pese a lo que digan) cualquier otra opción (¿contra qué habría que luchar, sinó?) y partícipes del sistema que votan siempre, pero que se decantan por opciones políticas con modelos de sociedad autoritarios o dictatoriales (en España tenemos algunos partidos de éstos); Encontramos ciudadanos que votan en un tipo de eleccciones pero no en los otros, que comparten censo con ciudadanos que no han visto nunca una urna pero que la democracia les parece mejor que otros sistemas.

El hecho de vivir en un régimen variado de libertades permite todas la opciones y no me parece que unas sean más válidas que otras. Cada uno tendrá sus razones. No obstante, lo que se echa de menos es la acción colectiva, la cooperación o la colaboración en determinados proyectos. No significa que la población tenga que echarse a la calle a montar ONG's o ha liarla en manifestaciones (el que lo quiera hacer, adelante!). La política es algo más que un gobierno bueno o malo (según se mire), unos gobernantes interesados que solo quieren aprovecharse y unos gobernados ignorantes que solo saben quejarse. Igual que la vida en el campo es algo más que pastores, ovejas y perros ovejeros. Los lobos siempre existirán y muchas veces tenemos la posibilidad de elegir: ¿Haremos algo o lo dejamos en manos de la "suerte"? ¿Seremos capaces de inteceder por alguien que no seamos nosotros mismos? Nuestra Cultura Política sigue abierta.